En Perú se ha iniciado la quinta semana de aislamiento social obligatorio, con el fin de evitar la propagación del COVID-19. En este tiempo el equipo de CESAL, todas las semanas se reúne virtualmente, para hacer un seguimiento a 190 familias mediante vía telefónica y acompañarlas en este momento. Estas familias se comunican con muchas otras a las que CESAL no puede llegar de tal forma que “nos sostenemos unos a otros”, nos cuenta el equipo. Junto a la Policía Nacional también hemos podido acompañar físicamente a aquellas familias más desprotegidas y vulnerables, gracias a la directora del Centro de Educación Técnico Productiva (CETPRO) La Rosa Blanca, Inés Ayllón, que gestiona CESAL.
En Huachipa, una de las zonas de intervención de CESAL en Lima Este, viven más de 500 familias en condiciones precarias, muchas de ellas con trabajos informales. Debido a la emergencia del COVID19 muchas personas no pueden acudir al trabajo, no reciben ningún ingreso y otras, al no tener empleo no pueden adquirir alimentos o productos de primera necesidad. Uno de estos casos es el de Ada, una madre de familia que trabajaba en el mercado y su esposo de albañil; o Esther, una madre que vive sola con sus hijos y ha tenido que dejar en casa a los dos menores, para estar en el hospital cuidando a su tercer hijo. Situaciones extremas como estas, viven muchas familias, que ahora no tienen posibilidad de poder sostenerse, y que necesitan de una ayuda concreta. CESAL quiere ser parte de esta ayuda.
Perú es uno de los países de América Latina que tiene un alto índice de pobreza y cuenta con un sistema de salud ineficiente. Estos dos aspectos tan ligados a los efectos del COVID-19, ponen al país en una situación muy difícil. El Estado, en aras de apoyar a todos en este tiempo de inmovilización, está ejecutando diversas iniciativas; sin embargo, todavía, hay muchas personas en condiciones precarias que no han podido beneficiarse de estas ayudas.
Frente a esta realidad, CESAL ha puesto como prioridad atender a estas familias mediante la entrega de alimentos y productos de primera necesidad e higiene. Hemos identificado a 60 familias vulnerables de las zonas de Huachipa a quienes hemos entregado una primera canasta básica, que ha sido donadas por la Institución Educativa Corazón de Jesús de Jicamarca.
Para la entrega de estos productos, contamos con la colaboración de 3 vecinas voluntarias de la comunidad quienes armaron las canastas. También nos apoyó la Policía Nacional del Perú (Comisaría de Jicamarca), para trasladar estas donaciones al CETPRO La Rosa Blanca, lugar donde las madres de familia fueron a recoger sus canastas.
Viendo que es necesario poder llegar a más familias que están viviendo situaciones muy difíciles y multiplicar nuestra solidaridad y compromiso, CESAL ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos en Perú, en el marco de la Campaña Internacional STOP Coronavirus.