En Ucayali, región ubicada en medio de la amazonía peruana, hay alrededor de 20 pueblos indígenas, que representan el 11.09% del total de habitantes de Ucayali. El COVID 19 los ha afectado enormemente, además de la pobreza, muchos pueblos indígenas viven en comunidades aisladas o remotas, donde los servicios de atención de la salud no tienen capacidad o no existen y el aislamiento ha dificultado el acceso a productos de primera necesidad. A pesar de este contexto, la gran riqueza de conocimientos y saberes ancestrales les ha permitido afrontar esta situación.
A inicios de año CESAL, gracias al financiamiento de la Fundación Repsol, inició un proyecto en las comunidades indígenas de Ucayali sobre el cuidado de los bosques a través de los saberes ancestrales; sin embargo, el COVID 19 trajo consigo varios problemas que merecían nuestra prioridad y atención. Por ello, se adaptó el proyecto hacia el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y la educación sanitaria con enfoque intercultural, frente al impacto generado por el COVID -19 en las etnias Yine, Ashéninka, Asháninka de la provincia de Atalaya.
Nuestra presencia en Ucayali inició hace más de 14 años con diversos proyectos que buscan acompañar y fortalecer las capacidades de las comunidades nativas. Este proyecto, que culminó a fines de noviembre, se sumó a la intervención que CESAL viene ejecutando en la amazonía peruana en articulación con instituciones públicas y privadas como SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agraria), SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado), la Red de Salud N° 3 de Atalaya y la Comisión Ambiental Municipal (CAM), entre otros.
El proyecto benefició a 290 personas quienes pertenecen a 7 comunidades nativas: Pucani, Huao, Nueva Italia Rima, Santa Elena, Sapani, Santa Rosa de Laulate y Aerija. Tuvo el objetivo de promover la prevención y contención de la pandemia fortaleciendo la seguridad alimentaria y la educación sanitaria, rescatando y revalorando las tradiciones, la medicina ancestral o tradicional. En ese sentido, CESAL realizó una serie de actividades como la instalación de 150 biohuertos de hortalizas, plátano y yuca, que se encuentran actualmente en etapa de germinación. Asimismo, se fortalecieron los hábitos de higiene relacionada a la emergencia sanitaria y salubridad para la preparación de los alimentos y se promovió el uso adecuado del agua segura y saneamiento integral respetando la interculturalidad.
Se desarrollaron 7 talleres de educación sanitaria dirigidos a padres de familia, niños y jóvenes indígenas, a través de campañas de sensibilización de educación ambiental y sanitaria, en la cual se trataron temas sobre el lavado de manos, la importancia de purificadores de agua, la segregación de residuos sólidos, el uso de plantas medicinales como saberes ancestrales, entre otros.
Asimismo, se implementaron 8 jardines botánicos con especies medicinales y cítricos para el uso de saberes ancestrales con el objetivo de generar sensibilización y la recuperación de saberes ancestrales y el consumo de vitamina c para fortalecer el sistema inmunológico de las y los comuneros.
Son más de 14 años que CESAL viene acompañando a las comunidades indígenas de Ucayali - Atalaya, especialmente a las mujeres indígenas, a través que acciones que buscan su fortalecimiento en gobernanza ambiental, cambio climático, liderazgo, entre otros. En estos meses tan difíciles por el COVID 19, ellos forman parte de la población más vulnerable y a su vez son los más olvidados por el gobierno peruano. Por ello, estas acciones buscan acompañarlos en estos procesos, atendiendo sus necesidades más importantes y dándoles herramientas para que entre ellos sigan cuidándose de una pandemia que no discrimina a los vulnerables.