Casi sin darnos cuenta llegábamos a la tercer etapa de nuestro viaje. En el escenario permanecían inmóviles los pequeños barquitos de papel simbolizando las condiciones en las que cruzan fronteras una buena parte de los refugiados que llegan a las costas de Europa.
Algunos, como Bassam tuvieron la posibilidad de viajar en avión. Procedente de Damasco, lleva casi un año en España. Tuvo que abandonar una vida bastante buena ante la locura de la guerra. Consiguió asilo en nuestro país, aunque recuerda con tristeza los primeros meses en el centro de acogida. "Es un lugar impersonal, frío, donde se carece de intimidad y donde sabes que en 6 meses tocará hacer frente a la vida real sin conocer conocer el idioma".
Para Bassam lo más importante es acompañar este tiempo para una verdadera integración. Esto pasa, principalmente, por conseguir aprender el idioma. "Si no hablas español cómo vas a encontrar un trabajo, y para aprenderlo son insuficientes las pocas horas de formación que se imparten en esos 6 meses". Ya fuera del centro, Bassam recibe clases intensivas de español. Habla de todas las oportunidades que ha descubierto en nuestro país para montar un negocio. Nos hace afirmar categóricamente que ser emprendedor no tiene nada que ver con la edad, Bassam ya ha pasado los 60, y está convencido de que va a prosperar. Solo tiene que salvar el escollo del idioma.
Apoyar a los recién llegados en la intensificación de sus clases es una de las propuestas de CESAL para canalizar los deseos de apoyar que la organización está encontrando en muchas personas. Por este motivo, ha creado la red “Juntos con los Refugiados”. Fernando Morán, coordinador de esta red, explica que "CESAL la ha creado con el objetivo de unir las acciones que están desarrollando pequeñas organizaciones en España con las ganas de ser útiles de muchas personas".
"Hay necesidades específicas que cubrir para la integración, como enseñar el idioma, dar a conocer la ciudad, las costumbres, ampliar el círculo de relaciones de los recién llegados, apoyarles en la realización de gestiones y trámites, ofrecerles asesoría legal y apoyo psicológico, buscar viviendas en condiciones económicas favorables y dignas, y muchas otras. Todo esto se puede hacer de forma voluntaria". CESAL será la plataforma donde coordinar las voluntades y conseguir el mejor futuro posible a nuestros nuevos vecinos.