El pasado 22 de noviembre, en una plaza pública del centro de Tegucigalpa sólo se oían voces, música y el silencio del público. Un grupo de actores hondureños y extranjeros, músicos y cantantes de primera representaba la obra de teatro "El absurdo de las riquezas". Más de 30 personajes subieron al escenario a lo largo de 3 amenas horas para representar el mundo griego, haciendo referencias a nuestro actual día a día.
En el marco del convenio destinado a los jóvenes que CESAL desarrolla en Centroamérica y organizado por nuestra contraparte en Tegucigalpa, ACOES, el evento pudo tener lugar también gracias a la Cooperación Española y al Centro Cultural de la Embajada de España, que nos brindó su apoyo activamente consiguiendo los permisos para poder hacer el teatro al aire libre y poniendo las sillas, haciendo publicidad y realizando una serie de acciones más.
Los actores fueron jóvenes de entre 16 y 24 años que se habían estado formando como tales en un curso de teatro impartido por ACOES. La representación de "El absurdo de las riquezas" supuso para ellos todo un reto, al ser la primera vez que actuaban en público, y una ocasión de culminar el trabajo realizado a lo largo del curso. Una noche inolvidable para todos.
A la obra acudió casi toda la familia ACOES, así como el adjunto de la OTC, Ignacio Álvaro, la Embajadora de España, Luisa Carretero Goizueta, el director del centro cultural, algunos amigos de la Agencia Española para la Cooperación al Desarrollo (AECID) y un amplio número de personas como público. Además, de la comunidad de CESAL de Amarateca, donde trabajamos sobre terreno, acudieron 10 jóvenes.
Fueron unas horas espectaculares, en aquella plaza céntrica de la capital hondureña, en las que un grupo de jóvenes logró transmitirnos valores que duran para siempre y el deseo de un mundo justo.