Gracias al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), CESAL está llevando a cabo un proyecto en las comunidades rurales de la provincia de Maputo, Mozambique, que combina la creación de oportunidades de desarrollo sostenible con la protección del medioambiente.
En una región donde la escasez de agua y la degradación de los suelos amenazan la seguridad alimentaria de las familias, el proyecto ha instalado sistemas de riego solares que permiten a la población agrícola disponer de este recurso de manera más estable. Esta mejora ha impulsado la producción agrícola, favoreciendo la diversificación de cultivos y el acceso a una dieta más variada y nutritiva.
Pero el impacto va más allá de la agricultura: el proyecto ha impulsado la creación de una red de activistas ambientales comunitarios, formada por mujeres y jóvenes, que actúan como líderes locales en la promoción de prácticas sostenibles. Estos activistas reciben formación en gestión del agua, conservación de suelos, reforestación y adaptación al cambio climático, para después replicar sus conocimientos en sus propias comunidades a través de campañas de sensibilización y talleres prácticos.
La iniciativa no solo fortalece la capacidad de las comunidades frente a la crisis climática, sino que también abre oportunidades económicas para las mujeres de las mismas. A través de programas de alfabetización, formación en el procesamiento de alimentos, se generan nuevas fuentes de ingresos que contribuyen a reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las familias rurales.
Con este proyecto, CESAL y AECID trabajan de manera conjunta para garantizar que la seguridad alimentaria y la protección ambiental se conviertan en motores de resiliencia y desarrollo sostenible en Mozambique, promoviendo al mismo tiempo la igualdad de género y el liderazgo de las mujeres en sus comunidades.