Miralma Joseph es una mujer de 24 años que vive en la localidad de Palmiste Tempé. Tuvo que dejar la escuela en la clase de Retórica porque sus padres ya no podían pagar su escolarización en la ciudad. De vuelta en su localidad fue contratada como maestra en una pequeña escuela primaria por un salario de menos de 30 euros al mes. Después de dos años, decidió dejarla. Aprovechó su tiempo para unirse al taller de procesado de futas que CESAL, gracias a un proyecto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha puesto en marcha en Fonds Verrettes, del que se convertirá en directora financiera unos meses más tarde.
Miralma tiene una hija de un año y todavía vive en la casa de sus padres con su pareja. Una de las actividades diarias que más tiempo consume es ir a buscar agua. Para buscar agua, tiene que ir a una fuente a más de 5 horas a pie. Sin embargo, durante los dos últimos años se ha dedicado casi totalmente al desarrollo del taller. Es plenamente consciente de las dificultades y limitaciones, pero cree firmemente en las compañeras del taller y en esta oportunidad de trabajo, aunque: "por el momento la empresa no está obteniendo beneficios. Logramos vender más de lo que gastamos para producir, pero todavía no podemos darnos un salario. Estamos trabajando como voluntarias en este momento. Nuestro problema es el mercado. No podemos vender nuestra producción en un tiempo razonable...".
Frente a las limitaciones del entorno y del medio ambiente en la zona, ella piensa: "con el tiempo el negocio podrá proporcionarnos un ingreso adicional que nos permitirá como mujeres cuidar de nuestras familias. Por el momento es mi esperanza de una vida mejor, aunque sé que llevará algún tiempo. Seguiré perseverando con los demás colegas. Si el taller se desarrolla como esperamos, los productores de fruta de la zona se beneficiarán de precios mucho mejores para sus productos y, sobre todo, de menos pérdidas en el momento de la cosecha.
Miralma ha estado viendo a sus amigos y a varios miembros de su familia al otro lado de la frontera durante varios años. Ella cree que si esta empresa no puede generar suficientes ingresos para pagar un salario, ella también cruzará la frontera a República Dominicana: "Esta es mi última esperanza, esta empresa es la última rama a la que me aferro para dar un nuevo sentido a mi vida. Voy a seguir luchando y creo que el negocio funcionará. Todos vamos a trabajar, funcionará. ».
Este proyecto se impulsa en la zona haitiana de Fonds-Verretes donde trabajamos desde el año 2007. Gracias a un proyecto financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), hemos podido acompañar estos últimos años a varios grupos de mujeres. Pequeñas agricultoras que se han convertido con la ayuda de CESAL en transformadoras y procesadoras de fruta en las diferentes localidades del Municipio de Fonds-Verrettes, y hoy venden sus productos en los mercados locales, fiestas patronales e incluso en la Feria Binacional de este año (HT-RD).
Con este proyecto hemos querido apoyar a 4 cadenas de valor de fruta: melocotón, la manzana, naranja y el pomelo; finalmente se han añadido otras dos, con el apoyo de los agricultores del lugar, y hemos introducido también el tamarillo y la fruta de la pasión. El apoyo de CESAL a la cadena de valor de frutas ha consistido por un lado en poder capacitar a los pequeños y pequeñas agricultoras con mejores técnicas de produccion, poda, salud vegetal.... que ya tenían frutales en sus terrenos y sufrian numerosas plagas todos los años. Posteriormente hemos apoyado la producción de fruta con viveros locales y mediante técnicas de injertos. Y finalmente de cara a la comercializacion de la fruta, hemos hemos capacitado, formado durante más de un año a varios grupos de mujeres.
Siempre gracias a la ayuda de la AECID, hemos podido construir un taller de procesado de frutas en la localidad de Palmis Tampe donde se forma Miralma. Ella es una de otras tantas mujeres, protagonistas, que trabajan por mejorar su futuro y el de sus familias.