Desde el pasado mes de diciembre el frio invade el área de Marjayoun situada a más de 800 metros de altura, donde se ubican más de 5.200 personas refugiadas en más de 70 asentamientos informales. Desde el año 2015, CESAL y AVSI Líbano trabajan en este área con diferentes proyectos como el que comenzó en el mes de diciembre denominado “Distribuciones de productos de invierno y de primera necesidad” buscando mejorar las condiciones de vida de los refugiados sirios en los asentamientos informales del sur de Líbano.
Al pasear por los márgenes de las tiendas construidas con maderas reutilizadas y plásticos desgastados, uno descubre cómo la pobreza del entorno lo envuelve todo; el barro cubre las botas y la humedad entra por la piel aumentando la sensación de frío. Los desperdicios acumulados desde meses provocan olores desagradables. Las familias buscan en los trabajadores de las ONG provocar ternura y humanidad a través de sus miradas. Estos son el mejor indicador para entender su situación de incertidumbre causada por el miedo ante la llegada del crudo invierno. Las familias sirias se plantean cómo enfrentar esta dura situación.
Es el momento, en el que los refugiados piensan en posibles soluciones para responder a la tiranía de las inclemencias. Algunos utilizan los materiales precarios que se encuentran por la zona y otros pagan por recibir los plásticos publicitarios ya descartados que anunciaban colonias y ropa en las carreteras libanesas. Las noticias que llegan del monte Hermón del lado Sirio, son desalentadoras. Vuelve a repetirse lo que ocurre todos los inviernos, algunos refugiados mueren a causa del frío extremo.
Ante este escenario de dificultad extrema, las ONG coordinan las acciones a tomar bajo el paraguas de ACNUR, buscando dar una respuesta guiada y efectiva en todo el territorio, con especial atención en las áreas donde los refugiados se ubican de manera informal e improvisada. Este es el caso del área de Marjayoun donde CESAL junto con AVSI Líbano, a través de diferentes proyectos, apoyan con: distribuciones de productos de primera necesidad, abrigo, agua y saneamiento a las familias que se ubican en los asentamientos informales.
Esta vez CESAL, gracias al apoyo del Gobierno Balear, ha podido realizar distribuciones de cubiertas de plásticos desde mediados del mes de diciembre a más de 400 familias, para que rehabiliten y mejoren sus tiendas en mal estado.
Además, se acogieron a las personas más vulnerables, refugiados recién llegados procedentes de Siria, que son los más expuetos ante las circunstancias e inclemencias, haciendo frente a ellas sin recursos y sin apenas esperanza. Estas personas que llegan con lo puesto han pasado a ser las prioritarias para CESAL, recibiendo kits de bienvenida compuestos por mantas, colchones, utensilios de cocina y productos de higiene. En total se han beneficiado más de 40 familias y está previsto seguir acogiendo a las familias recién llegadas durante los próximos meses. Esta pequeña ayuda busca dar un apoyo básico para que las personas refugiadas que llegan sin nada, puedan seguir hacia delante sin perder la esperanza.