CESAL trabajó con instituciones públicas, como los gobiernos regionales de las provincias, y con instituciones privadas para la realización de las diferentes actividades enmarcadas en el proyecto, entre ellas, talleres de capacitación donde se brindaron recomendaciones técnicas para la mejora de los cultivos, visitas a los campos de producción, monitoreo e identificación de las principales plagas y enfermedades que afectan la producción, esto último con el apoyo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA).
Durante los tres años se realizaron dos campañas para la producción de frijol por año y una campaña agrícola de producción de anís por año.
Pero no solo se han obtenido mejores cultivos de frijol y anís o aumentado el empleo, sino también familias capaces de generar su propio trabajo, negociar mejores tratos y aumentar su competitividad, lo que ocasiona el fortalecimiento del empleo en las comunidades.