Desde que se propagó el COVID 19 en Perú, la vida de muchas familias tuvo un giro inesperado y drástico. Una de ellas es la familia Rupay Palomino, quienes viven en Huachipa, en las periferias urbanas de Lima Este. María, es la madre de dos hijos, trabaja vendiendo empanadas para solventar su hogar, pero tuvo que paralizar sus ventas por el aislamiento social obligatorio; sin embargo, ahora que lo ha retomado, sus ganancias son muy pocas, lo cual está perjudicando la economía familiar. Su hijo menor John, quien lleva las clases del colegio a distancia, través del programa del Estado “Aprendo en casa”, tiene dificultades para comprender las clases y para realizar sus tareas escolares. Por su parte, el hijo mayor Ronaldo, quien lleva la carrera universitaria de ingeniería de sistemas y siempre obtuvo las mejores calificaciones, este ciclo se vio obligado a suspender sus estudios por la falta de ingresos. Estas circunstancias afectaron mucho a los padres, quienes vivían preocupados por el futuro incierto de sus hijos y porque no contaban con los recursos necesarios para su alimentación diaria ni para adquirir los elementos de bioseguridad para así evitar el contagio del coronavirus.
Situaciones similares como la de ellos, viven muchas familias vulnerables en el país, quienes además de sobrellevar las condiciones precarias con las que viven, tienen que adaptarse a las consecuencias de una epidemia. En este contexto, CESAL está junto a ellos, enfrentando sus necesidades y tratando de ser un soporte en estos momentos tan difíciles que están atravesando. A través de diversas acciones de asistencia humanitaria y acompañamiento socioemocional estamos logrando alcanzar a más de 1,200 familias peruanas y venezolanas más vulnerables del país. A nivel educativo se está logrando atender a 200 niños y adolescentes que tienen dificultades en el aprendizaje escolar a distancia, como es el caso de Jhon. Los educadores del Centro de Apoyo Extraescolar- CAE de CESAL, a través de las plataformas digitales, están pendiente de ellos, apoyándolos y asesorándolos en sus dificultades escolares. Entre los alumnos se identificó a un grupo de 40 que no contaban con un celular ni computadora para asistir a sus clases virtuales, es por esa razón, que se implementó los promotores educativos, quienes se encargan de apoyar y asesorar a 5 alumnos con sus tareas escolares. Entre ellos se encuentra Ronaldo, quien deseaba trabajar y se le dio la oportunidad de ser un promotor educativo, lo cual le está permitiendo poder apoyar la economía de su hogar y ahorrar para continuar sus estudios.
Por otro lado, a través de la campaña de Stop Coronavirus que CESAL viene realizando, se ha podido atender la alimentación de más de 1000 familias vulnerables a nivel nacional y cuidar y prevenir el contagio del coronavirus, a través de la entrega de mascarillas y productos de higiene. Asimismo, a través de videollamadas se les brinda un apoyo socioemocional, gracias a los psicólogos voluntarios.
Nuestro trabajo con las familias no sería posible sin el esfuerzo y el compromiso de instituciones e individuales quienes son conscientes de las situaciones por las que viven muchas familias diariamente y desean sumar esfuerzos para apoyar a tantos niños, adolescentes, jóvenes y adultos que están necesitando de la solidaridad de otros para seguir adelante, pese a un contexto desolador del COVID 19.