Como Carlos, miles de personas han perdido las escasas pertenencias logradas con años de trabajo y sacrificio. El huracán ETA se lo ha llevado todo por delante. Afortunadamente, la mayoría de familias lograron salir de sus casas antes de que la furia del viento y el agua las atrapase. Carlos da gracias a Dios por haber salvado a su familia y su propia vida. Pero de nuevo le invade la tristeza cuando consigue volver a su colonia, hoy convertida en lodazal, y ve a sus vecinos llorando por los familiares fallecidos o por aquellos que aún no han sido localizados.
Miles de familias hondureñas de La Lima, Choloma, Villanueva, Colonia Planeta, Pimienta, Triunfo de la Cruz, Sambo Creeck y muchas otras comunidades de la zona norte y del litoral atlántico de Honduras, comparten hoy los sentimientos de Carlos. Lo han perdido todo y en el interior de sus casas ahora solo hay montañas de barro, enseres destrozados y una gran desolación.
Vídeo cedido por el Cuerpo de Bomberos de Honduras
Carlos sabe que vuelven a tener en el horizonte tiempos difíciles, pero no pierde la esperanza y repite una y otra vez, “vamos a salir de esto, no sé cómo, pero vamos a salir de esto”.
Como ya hemos comprobado a lo largo de este año en España, el impulso solidario también nace entre las propias personas afectadas, y así como vimos a jóvenes en riesgo de exclusión cocinando para familias vulnerables confinadas en sus casas y que no tenían nada que llevarse a la boca, cuando empezaron las inundaciones en Honduras, lancheros artesanales apoyaron en los rescates con sus pequeñas embarcaciones, empresarios locales han destinado fondos para combustible y alimentación; y en general, la población, de forma masiva, ha organizado recolecta de alimentos, ropa, dinero y todo lo que está a su alcance, para llevarlo a las personas damnificadas.
Con tu colaboración llevaremos a 50 familias proporcionándoles sábanas, camas, colchones, platos, vasos, ollas, mesas, sillas y menaje básico para sus hogares.
LAS CIFRAS
Según el informe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la Misión de las Naciones Unidas en Honduras, entre el 1 al 8 de noviembre, más de 1,8 millones de hondureñas y hondureños han sido afectados por las inundaciones provocadas por el Huracán Eta.
Los daños causados son catastróficos. Se contabilizan unas 38 personas fallecidas y se siguen buscando a personas con vida entre los escombros. Hay comunidades a las que aún no se ha conseguido entrar. El mismo informe de la OCHA habla de una 96 mil personas que aún se encuentran incomunicadas.
Hay decenas de personas desaparecidas y se han producido unos 28.000 rescates. En diferentes zonas del país se han puesto en funcionamiento más de 340 albergues y en algunos ya se han empezado a reportar casos positivos de coronavirus.