El pasado 16 de octubre tuve la fortuna de viajar a México y asistir a la celebración del 20 aniversario de la fundación de la Asociación Civil Crecemos Dijo en la ciudad de Oaxaca. Desembarqué un día antes del evento lo que me permitió ser
testigo de la frenética actividad y nervios que se desencadena antes de un gran evento, que afecta a la vida de las personas que trabajan allí.
Al día siguiente iniciamos la celebración con una misa de acción de gracias presidida por Lorenzo Fanelli, sacerdote, que junto a un grupo de universitarios estudiantes de psicología realizan actividades de apoyo psicológico y académico con niños en riesgo de abandono escolar en la zona. Este es el rasgo característico del trabajo de CRECEMOS, un enfoque educativo que constituye una red de Centros de Desarrollo Comunitario que se basa en la atención nutricional y educativa desde una perspectiva de intervención integral, que implica tanto a menores como a sus familias.
Tras la misa unos muñecos gigantes comenzaron a lanzar caramelos y, danzando al ritmo marcado por una banda de música, invitaba a las cerca de 150 personas congregadas a recorrer las calles del centro de la ciudad de Oaxaca. Me explicaron que esta era una práctica habitual en el país. Se llama "calenda" y se organiza para eventos importantes. Así familias enteras, venidas de las colonias donde CRECEMOS trabaja, avanzábamos hacia la Casa de la ciudad: algunos revestidos con los trajes tradicionales, los jóvenes beneficiados de los centros, empresarios, personal de la asociación, ex trabajadores y colaboradores a los que se unía algún que otro curioso o turista...
Una vez allí nos recibió un grupo de veinte niños pertenecientes a uno de los centros de desarrollo humano. Estos niños llevan recibiendo clases de violín desde hace 3 meses. Deleitaron a todos los presentes con su dominio del instrumento en tan corto espacio de tiempo. Esta es una pequeña muestra en acto del trabajo que realiza CRECEMOS, nuestro socio local en México con el fomento de una educación que reconozca y valore la belleza, la limpieza, la creatividad, el gusto musical y el esfuerzo. Una educación que aspira a dar oportunidades a los niños para que crezcan y se desarrollen plenamente.
Todo este trabajo educativo fue reflejado en una exposición fotográfica conmemorativa del 20 aniversario. Su objetivo era dar a conocer los rostros de los verdaderos protagonistas de CRECEMOS: los niños, niñas, jóvenes y sus familias. Además se mostraba la apuesta de la organización acompañar a familias pobres o en situación de vulnerabilidad gracias a la dedicación incondicional del equipo de profesionales con los que cuenta la organización. Trabajadores que apuestan por estar implicados en lugares que "....abran perspectivas, y estimulen maneras mejores de relacionarnos y actuar", como los 7 centros de desarrollo comunitario y las dos escuelas sociodeportivas, en Oaxaca y Unión Hidalgo, a través de los cuales se realizan las actividades.
Dentro de las actividades organizadas con motivo de la celebración de los 20 años, se llevó a cabo la segunda edición del Torneo Deportivo "Creciendo Juntos" que organizó la Escuela Sociodeportiva CRECEMOS de Oaxaca y que cuenta con el respaldo de CESAL, la Fundación Real Madrid y la Fundación MAPFRE. Contamos con la participación de colegios privados de la zona (Instituto Blaise Pascale, Instituto Carlos Gracida, Liceo Federico Froebel, Colegio La Salle, Instituto Cumbres) que se sumaron a las asociaciones civiles (BAMBI A.C, Canica A.C, Niños Unidos al Progreso A.C) que ya habían participado el año anterior, y que trabajan con grupos vulnerables. En total 14 equipos, 8 equipos masculinos y 6 femeninos. El torneo estuvo lleno de emociones dentro y fuera del terreno de juego y con un gran ambiente generado por las familias que sistieron para apoyar a los equipos. Al igual que en la primera edición se llevó a cabo el concurso de porras y carteles que permitió mostrar la creatividad de los niños y niñas que participaron.
En esta edición buscamos la participación y vinculación de diferentes colectivos. Escuelas cuyos alumnos pertenecen a familias económicamente acomodadas, asociaciones que trabajan con niños, niñas y jóvenes socioeconómicamente vulnerables. En la sociedad mexicana existe una brecha "insalvable" entre clases sociales. Proponer actividades donde todos
puedan jugar en igualdad de condiciones es un elemento motivador para aquellos que se sienten, a priori inferiores. Los propios padres y madres de los equipos de escuelas privadas se acercaron tras el torneo ofreciendo su ayuda para apoyar en la organización de una tercera edición el próximo año, ya que ellos mismos reconocían el valor de un torneo de estas características para la educación de sus hijos.
Aprovechando mi viaje me desplacé al sur este del estado de Oaxaca para visitar la nueva Escuela Sociodeportiva apoyada por la Fundación Real Madrid, gracias a un acuerdo con CESAL y que gestiona Crecemos en el Municipio de Unión Hidalgo. Un proyecto que nace de la colaboración con las empresas Desarrollos Eólicos Mexicanos (DEMEX) y BIMBO. Está situada en el Istmo de Tehuantepec, junto a uno de los seis centros de población más importantes de la zona, Juchitán de Zaragoza, y donde está previsto un desarrollo económico importante, debido a los recursos naturales con los que cuenta la zona y a su situación interoceánica estratégica que puede facilitar el comercio entre América y Asia. Un lugar donde junto a este impulso y desarrollo se advierte en contraposición un grave deterioro humano: con una tasa de alcoholismo alta, la población infantil y juvenil presenta importantes problemas de malnutrición, falta de conciencia sobre el cuidado el medio ambiente y el tratamiento de residuos, falta de oportunidades de formación y educación en el ocio y tiempo libre para jóvenes, etc.
En toda esta situación aparece como eje transversal la necesidad de una educación que genere sujetos propositivos que trabajen por el bien de sus familias y de sus pueblos.
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